Es una ciudad que no puede sino impresionar con su historia y gran variedad de monumentos arquitectónicos y entretenciones. La más curiosa es la parte sureña de Dublín, aquí hay unas iglesias antiguas y se puede visitar el museo Histórico, pasear por los barrios antiguos a lo largo del río.
La calle central se llama O´Connol Street, precisamente aquí se sitúan los restaurantes más cotizados, casinos, bares, aquí le esperan discotecas y clubs por la tarde. El barrio más antiguo es Temple Bar, los turistas adoran sus callejuelas acogedoras y umbrosas, sus construcciones tan inhabituales para la gente moderna. Entre casitas estrafalarias se encuentran las tiendas de souvenires y pubs, decorados en el estilo de siglos anteriores.
La curiosidad principal de Dublín es la catedral de San Patricio en la plaza central. Otrora en este lugar San Patricio bautizaba a la gente, aquí se reunían los habitantes de la ciudad para rezar y santificar los íconos. Entre otros atractivos sobresalen la plaza de Quince Acres, Ely Place, Marriot Square y Fitzwilliam Square, donde están instalados varios obeliscos. La construcción más vieja es el castillo de Dublín del siglo XII. Durante largo tiempo seguía siendo la residencia estival de los reyes irlandeses, más tarde aquí se situaba la administración británica.
Entre instituciones culturales hay que señalar el teatro nacional de Irlanda “Ebby”, el museo civil de Dublín, la sala estatal de conciertos, la galería nacional y varias bibliotecas con una historia de más de cien años. Sin falta hay que visitar el Trinity College, fundado según la orden de la reina Elizabeth a finales del siglo XVI. Es un bello complejo arquitectónico, rodeado por plantaciones de árboles y macizos de flores.
Killarney:
Esta ciudad se sitúa en el territorio de un precioso Parque Nacional. El aire aquí es siempre fresco y limpio, la naturaleza pintoresca y calmante. Este lugar goza de unas calles llenas de especies raras de árboles, macizos de flores abigarradas y arbustos de formas estrafalarias. En las excursiones inolvidables en caballos se expresa la gracia de esta ciudad. Para mantener el microclima del parque hay que utilizar sólo el transporte ecológico. Además, los viajeros pueden alquilar una bici o pasear a pie por la ciudad.
Como la mayoría de ciudades irlandesas, Killarni está llena de monumentos arquitectónicos e históricos, se puede conocer en detalle la historia de la ciudad visitando múltiples museos. Entre otros monumentos sobresale la catedral de Santa María con un adorno muy rico de mosaicos y frescos. Uno de los monumentos más extraordinarios es el de cuatro poetas. Fue instalado en una plaza en honor de los grandes creadores Jeffrey O ´Donahue, Piers Ferriter, Eoghan O´Sullivan y Aodhan O´Reilly. No lejos se sitúa otro edificio antiguo – la iglesia de la parroquia protestante.
Pero la curiosidad aun más importante es el Parque Nacional homónimo. Fue fundado en el año 1932, hoy día para los visitantes se organizan excursiones fascinantes que dan a conocer la vida de los habitantes del vedado. Aquí se tiene una oportunidad de ver diferentes especies de plantas, animales y pájaros, importados a Islandia de diferentes países. El centro Kyllarney es el lugar principal de paseos y descanso, aquí se ubican tres lagos limpios, rodeados en todas partes por unos árboles majestuosos, en cuya sombra se puede reposar después de un día difícil. Es una ciudad realmente bella que parece ser creada para el reposo.
Waterford:
Es una ciudad antigua y pintoresca, ubicada en la parte este del país, hace mucho se hizo un centro bastantes conocido de historia y cultura, que goza de gran cantidad de monumentos medievales. Preciosas iglesias, castillos, callejones estrechos, plazas vastas y parques – todo esto crea una atmósfera increíble de armonía y belleza.
La curiosidad principal y el símbolo de Waterford es la torre Reginald, cuya construcción se realizaba bajo el dominio del Imperio Normando. Hoy este monumentos recuerda el poder y majestuosidad de esta ciudad en viejos tiempos, desde los miradores se puede observarla y sus alrededores como en la palma de la mano. Uno de los edificios más hermosos se ubica en la avenida City Hall. Se trata del palacio suntuoso, cuya construcción se efectuaba en la época georgiana. La sala principal está adornada con una enorme araña de cristal, es una obra de lujo, fabricada por los maestros en el siglo XVIII, lo que la hace aun más sorprendente y maravillosa.
En esta ciudad se puede encontrar varias iglesias antiguas y templos, entre los que sobresale el de Santa Trinidad. Las salas de esta catedral están adornadas con unos magníficos frescos, el interior es particularmente extraordinario y hermoso. Entre construcciones antiguas también hay que señalar el Palacio del Arcipreste y la Alcaldía de Waterdorf del siglo XVIII que se sitúan en la parte central de la ciudad. Los que adoran a comprar cosas pueden ir al suburbio de Waterdorf, donde la fábrica más conocida en el distrito que produce artículos de cristal. Copas, floreros y miniestatuas se consideran los recuerdos tradicionales que se compran para guardar la memoria de este sitio precioso. En el puerto se organizan paseos marinos y cruceros, los huéspedes disfruta del esplendor de la vista desde la cubierta de un yate suntuoso y degustan los manjares delicados en algún restaurante del puerto.
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